martes, 26 de octubre de 2010

Dejarse Caer

Dejarse caer,
Ese dulce placer culpable de abandonarse,
de rendirse ante la vida,
de dejarla escurrir por los bordes de la cama que nos cobija
esos largos fines de semana de inanicion voluntaria.

De a poco la vida se apaga,
corre como una pelicula de la cual uno es un mero espectador.

¿importa, acaso, perder el tiempo?, ¿la juventud?
¿como puede importar perder lo que no se tiene?
la vida pasa a ser un elemento ajeno a uno mismo,
salvo por la inercia de la jornada laboral,
esa que nos devuelve a la realidad,
la que nos recuerda que hay dividendos que pagar,
que hay bocas ajenas que alimentar,
que a pesar de todo,
no paso tanta hambre ni, mucho menos, frio.

Dejarse caer...

Hoy cierro mis ojos
sintiendo el vertigo del descenso,
extiendo mis brazos y me entrego por completo a la abulia...
al no-hacer-nada...
al maltratar-estos-flaccidos-musculos
que cada dia pierden el sentido de ser.